Port Genius os da la bienvenida, grumetes del escapismo. Además de botar nuestra particular carabela, queremos poner a vuestra disposición un nuevo apartado que hemos hecho para enseñaros qué es lo más curioso y lo último que se está tramando en todo el sector de las Escape Room:
¡Nuestro BLOG!
Para vuestro entretenimiento, opinión, cultura y curiosidad, publicaremos artículos de interés general vinculados al ámbito de las escape room y cualquier tema relacionado. Porque no nos damos cuenta, pero las salas de escape tienen mucho que ver con elementos de nuestro entorno, más de lo que creemos, y de mucho antes de lo que pensamos. Encontramos juegos, acertijos, candados y puzles en muchos lugares.
Aquellos de mente ágil, cerebro activo y vista curiosa sabrán que los candados no son un invento del presente. Como tampoco las adivinanzas, los retos mentales o los textos codificados. Conocemos, por la mitología griega, las famosas adivinanzas de la esfinge. Conocemos los retos mentales a los que se enfrentaba Arquímedes. Y conocemos la codificación de textos del emperador Julio César, de los espartanos o de los masones.
En general nos gusta crear expectación. Nos gusta saber. Y por supuesto, nos gusta resolver. En el momento de encontrar una solución, sea completar un puzle, dar respuesta a un acertijo o conseguir una combinación, sentimos una pequeña oleada de placer, de satisfacción. Ese sabor a victoria nos insufla adrenalina y casi notamos como nuestras neuronas vibran dándose la enhorabuena entre ellas. Solo hacerse una idea de la imagen ya vale la pena.
El ser humano es curioso por naturaleza. Podemos llamarlo curioso, interesado, o cotilla. Por ello experimentamos un momento de ansiedad ante los acertijos, o cuando un mago nos deslumbra con una ilusión frente a nuestros ojos. Nuestro cerebro desea completar una información, está diseñado para eso, puesto que el aprendizaje y el análisis de nuestro alrededor es una función básica para nuestra supervivencia. ¡La información es poder! Por ello existe, en psicología, la teoría de la Gestalt, culpable en ocasiones de que no veamos aquello que tenemos frente a nosotros.
El cerebro es, en definitiva, un músculo que necesita ejercicio. Y las neuronas son las partes de ese músculo que lo refuerzan y le dan la potencia. Los romanos ya decían:
mens sana in corpore sano.
Que simplificando mucho viene a decir que para tener un cuerpo sano, debemos tener también una mente ejercitada. Con este primer artículo abrimos el candado del blog. Esperamos que os sea interesante, divertido y entretenido.
Disfrutad del viaje.